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Delegación europea pide traslado de Jorge Glas

by Kelvin Jarama

Una delegación europea de tres políticos de izquierda que visitó en prisión al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, condenado por corrupción por el caso Odebrecht, cree que sus derechos han sido vulnerados y pidió trasladarlo de la cárcel de máxima seguridad en la que se encuentra porque, dicen, su vida corre peligro.

“Está en régimen de aislamiento, 23 horas solo, y puede salir una hora a andar en la que está con el guardia”, dijeron a Efe el eurodiputado Manuel Pineda y la diputada de Izquierda Unida en La Rioja Henar Moreno.

Ambos, junto a Maite Mola, vicepresidenta del Partido de la Izquierda europea (PIE), visitaron este lunes a Glas durante dos horas para conocer sus condiciones y seguir los procesos judiciales abiertos en su contra por presunta corrupción.

En declaraciones a Efe, resaltaron que está “muy delgado porque no se ha recuperado de la huelga de hambre que hizo”, cuando fue trasladado en octubre de la cárcel No. 4 en Quito a la prisión de máxima seguridad de Latacunga.

Una medida que ambos calificaron de “ensañamiento” por parte de las autoridades porque lo han alejado de su familia y tiene una “espondilitis anquilosante”, que se le podría complicar “por la situación de las malas condiciones de salubridad en la cárcel”.

Consultado por Efe sobre estas denuncias, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) ha negado que el exvicepresidente “se encuentre aislado”.

“Está con seguridad ya que existió un amotinamiento el lunes anterior (..) razón por la que se le protegió en un sitio seguro”, respondió el organismo.

“Por seguridad, se está tomando las medidas necesarias para su bienestar, todo esto en virtud de las alertas de amotinamiento”, señalaron sin desmentir, ni confirmar, si realmente pasaba encerrado 23 horas al día.

El exvicepresidente, de 49 años, fue condenado a finales de 2017 a seis años de prisión por un delito de asociación ilícita en una trama de corrupción de la brasileña Odebrecht y tiene otros casos abiertos.

Esa sentencia está pendiente de un recurso de casación que la Corte Nacionalestudiará el 11 de septiembre.

Pineda, que quiere elevar su causa a instancias internacionales, consideró que Glas, así como otros miembros del anterior Gobierno que son investigados por presunta corrupción y abandonaron el país para eludir la justicia, fue víctima de un “secuestro del sistema jurídico puesto al servicio de los políticos”.

Y denunció que en Ecuador “se está utilizando” al sistema judicial para “aniquilar a toda la oposición, no solo políticamente sino en lo personal”, porque también sus familias sufren “persecución” en ámbitos laborales y sociales.

“Están ejerciendo una presión inhumana y criminal, y nuestro principal objetivo aquí es denunciar eso, la llamada guerra jurídica”, denunció Pineda al describir como “absolutamente irregular” el proceso de Glas.

Glas ejerció la Vicepresidencia entre 2013 y 2017, bajo el mandato de Rafael Correa, un puesto al que regresó como segundo de su sucesor, Lenín Moreno, de quien se distanció cuando surgieron las primeras discrepancias entre morenistas y correístas.

Henar Moreno afirmó, sin embargo, que teniendo en cuenta las “condiciones generales de hacinamiento” en la cárcel de Latacunga, la celda de Glas “no está mal”.

“El recinto es de unos 8 o 9 metros cuadrados. Le dejan tener libros y se dedica a leer, a estudiar y a documentarse fundamentalmente”, subrayó.

En su habitáculo, tiene “cama y mesa”, “por encima de la media de condiciones de los demás”, pero insistió en que “el tema que esté allí es fruto de una suerte de ensañamiento”.

El exvicepresidente fue trasladado de prisión tras la fuga del exministro de Comunicación Fernando Alvarado y con base, según el Gobierno, en un informe de inteligencia policial.

Preguntados sobre cómo encontraron a Glas, Pineda y Moreno indicaron que estaba “lúcido, con mente muy fresca, mucha inquietud y muchas ganas de hablar”, pero alertaron de que “su miedo es que lo tomen de rehén” en un motín como el de pasada semana “para conseguir cualquier cosa”, porque —dicen— es el “rehén perfecto”.

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