Su número de muertos, 22.000 personas, también es preocupante.
El 1 de marzo, el primer ministro Andrej Babiš introdujo el bloqueo más estricto hasta el momento. Las personas tienen prohibido viajar dentro del país, entre distritos y no pueden visitarse entre sí. Todos los minoristas, excepto las tiendas esenciales como los supermercados, están cerrados.
El aumento de casos se produce cuando la denominada variante Kent, una cepa altamente infecciosa descubierta por primera vez en el Reino Unido, se abre paso a través del país, empujando a los hospitales checos y a la economía al borde del colapso.
El principal experto en secuenciación viral, Jan Pačes de la Academia de Ciencias, afirma que la gravedad de la pandemia es evidente, y pide al gobierno que tome precauciones más estrictas.