Los efectos secundarios de la vacuna incluirán la aparición de “tromboembolismo muy raro” y no se han identificado factores de riesgo específicos.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocieron este miércoles por primera vez que la vacuna anticovid de la farmacéutica anglosueca AstraZeneca podría provocar, en algunas personas, problemas sanguíneos muy inhabituales. Sin embargo, las opiniones positivas sobre su beneficio contra el COVID-19 se mantienen y la firma las destaca.
Los trombos sanguíneos que han sufrido personas que fueron vacunadas con el fármaco podrían ser una respuesta inmunológica, afirmó la directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, y dijo que “no se han podido confirmar factores de riesgo específico como la edad, el sexo o los antecedentes médicos” en las cuatro semanas de investigación que han realizado, según AFP.
El regulador concluyó que el desarrollo de “trombo embolismos muy raros” se incluirá como un efecto secundario de la vacuna. En su mayoría, los casos se han producido “en las dos semanas siguientes a la vacunación”, dice la EMA.
“Una explicación plausible de estos eventos raros es que sean una respuesta inmunológica que conduce a una condición similar a la que se observa en ocasiones en pacientes tratados con heparina, lo que se denomina trombocitopenia inducida por heparina (HIT)”, explicó Cooke.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró más prudente, estimando que el vínculo era “plausible”.
Los problemas observados no son trombos corrientes (formación de coágulos sanguíneos), como se informó en un principio, sino un fenómeno “muy atípico”, dijo la Agencia Francesa de Medicamentos (ANSM), y dijo que se trata de “trombosis de las venas grandes, atípicas por su localización (cerebral en su mayoría, pero también digestiva), que pueden estar asociadas a una trombocitopenia, un déficit de plaquetas o a problemas de coagulación”, como hemorragias.
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Por su parte, el colectivo de investigadores y médicos francés Du côté de la science (’del lado de la ciencia’) también apuesta por “una reacción inmunitaria intensa” y plantea la hipótesis de que todo empiece con “la inyección accidental de la vacuna en una vena del músculo deltoides” (en el hombro).
Según cifras de la EMA, hasta el 4 de abril se han detectado 222 casos de trombosis atípicas tras 34 millones de inyecciones realizadas con AstraZeneca en los 30 países del Espacio Económico Europeo (UE, Islandia, Noruega, Liechtenstein) y en el Reino Unido, que emplea en gran medida la vacuna. El balance hasta este miércoles es de 79 casos, de los cuales 19 acabaron en deceso, de un total de 20 millones de dosis administradas.
No obstante, las idas y venidas del fármaco en la EMA han llevado a varios países europeos a retocar sus estrategias de vacunación para administrar esta vacuna a diferentes grupos de edad según se iban haciendo públicos los diferentes efectos secundarios.
Tras el anuncio de este miércoles, España propuso al bloque europeo inyectar la vacuna de AstraZeneca solo a mayores de 60 años. Italia se sumó a esta idea y Bélgica también, pero desde los 55 años de edad. En cambio, Reino Unido recomendó ofrecer estas vacunas a los menores de 30 años, refiere EFE.
En tanto, según una encuesta de YouGov publicada el 22 de marzo, momento en el que varios países paralizaron el uso de AstraZeneca hasta obtener más información sobre los casos de trombos, un 52% de españoles no ve seguro este fármaco, cifra que se eleva al 55% en Alemania, 43% en Italia y 61% en Francia.
La vacuna de AstraZeneca contaba inicialmente con unas características muy atractivas para la puesta en marcha de la campaña de vacunación europea: era más barata que el fármaco de la rival Pfizer y su logística era también más sencilla, debido a que no necesitaba temperaturas tan bajas para su conservación.
Con estos prometedores datos, la Comisión Europea confió en AstraZeneca para que fuera el principal suministrador de vacunas a los Estados miembros durante los primeros tres meses de las campañas de vacunación, con en torno a 100 millones de vacunas pactadas para su entrega entre enero y marzo de 2021.
Sin embargo, diversos problemas de producción en sus plantas europeas provocaron un revés, que entró en vigor en enero, cuando el laboratorio redujo sus entregas del primer trimestre a 30 millones de dosis.