Los talibanes comunicaron que han comenzado a reasentar a «miles» de desplazados internos de la capital afgana , Kabul, a las provincias de donde proceden.
Se reportó que más de dos mil familias, principalmente de las provincias del norte del país, llegaron a Kabul en medio de enfrentamientos entre los talibanes y las fuerzas del anterior gobierno afgano. Durante más de dos meses vivieron en los parques de Kabul.
«Mil cinco familias desplazadas del parque Shahre-Nau en Kabul fueron reubicadas con la ayuda de varias agencias de ayuda», dice el sitio web de la agencia para refugiados y repatriados, que cita al director interino del departamento, Abdulu Matin Rahimzaya.
A principios de agosto, los talibanes intensificaron su ofensiva contra las fuerzas del gobierno afgano, entraron en Kabul el 15 de agosto y anunciaron al día siguiente que la guerra había terminado. En las últimas dos semanas de agosto, en el aeropuerto de Kabul, que estaba bajo la protección del ejército estadounidense, hubo una evacuación masiva de ciudadanos occidentales y afganos que colaboraban con ellos. En la noche del 31 de agosto, el ejército estadounidense abandonó el aeropuerto de Kabul, poniendo fin a la presencia militar estadounidense de casi 20 años en Afganistán. A principios de septiembre, fue declarado parte del gobierno interino afgano, encabezado por Mohammad Hassan Akhund, quien fue el presidente del Ministro de Relaciones Exteriores en el primer gobierno «talibán» y que está sancionado por las Naciones Unidas desde el 2001.
Los talibanes son ahora la policía, la contrainteligencia y el ejército. Se ha formado el gobierno interino, pero hasta ahora ni un solo ministerio funciona con normalidad. Pero hay una larga lista de cambios indicativos.
Los hombres tienen prohibido afeitarse la barba, incluso las barberías están cerradas, los afganos urbanos visten trajes tradicionales. Pero las mujeres son las más difíciles en afrontarse al cambio, especialmente las urbanas y educadas, que crecieron en el Afganistán republicano.
talibanes ya han eliminado la versión estadounidense del país, pero el emirato aún no se ha construido. No hay una ley básica ni un sistema judicial, las prohibiciones y las nuevas reglas aparecen de forma caótica, y a menudo se trata de iniciativas locales: lo que todavía es posible en Kabul ya no es posible en Kandahar. Las lujosas celebraciones de bodas han sido prohibidas en Kapisa, mientras que en la capital todavía se pueden celebrar. Las zapatillas blancas no se pueden usar en ningún lugar, ya que son influencia del pernicioso Occidente. Todas estas actividades ahora son ilegales, los ciudadanos provinciales tendrán que ajustarse a las normas talibanes cuando regresen a sus respectivas ciudades.
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