Daniel Salcedo, sentenciado por corrupción hospitalaria y actualmente bajo proceso por el caso Metástasis, acudió a la Fiscalía para ampliar su versión. Durante la diligencia que duró aproximadamente 10 minutos, solo se centró en explicar sus temores.
Inicialmente, mencionó su intento de suicidio y luego advirtió que lo quieren silenciar, al igual que su compañero de celda, Álex Palacios, ex asesor de Wilman Terán en el Consejo de la Judicatura.
Salcedo dijo sentirse en indefenso: “Estamos claros que estamos en un estado de excepción y estando en un estado de excepción se amotinaron en Guayaquil. La pregunta que quiero hacer a todo el Ecuador es: ¿quieren matarme? ¿Quieren silenciarme? ¿Quieren ver un video de la cabeza de Daniel Salcedo mutilada? (…) Responsabilizo, si algo me pasa o mi vida corre peligro, al juez Felipe Córdova, quien es el responsable de mi estadía penitenciaria”.
Durante su comparecencia ante la Fiscalía, el procesado estuvo acompañado por su abogado y dejó firmado de que en el centro penitenciario de Cotopaxi no le suministran sus medicamentos, tampoco le proveen de papel, plumas ni le permiten tiempo para salir al patio a tomar el sol.
Este mismo discurso lo reiteró el jueves pasado durante los testimonios anticipados, al activar el micrófono en la sesión de zoom para comunicar al juez lo mismo que había expresado previamente.
Después de manifestar que estaba mal de salud, solicitó permiso para ausentarse de la audiencia. Sin embargo, regresó en 15 minutos para utilizar el sistema telemático de la Corte de Justicia y dar instrucciones a sus abogados, solicitando un cambio de centro penitenciario. Tanto Salcedo como Palacios, luego de su comparecencia ante la Fiscalía, fueron trasladados de regreso a la cárcel de Cotopaxi.
En contraste, el exasambleísta socialcristiano, Pablo Muentes, fue trasladado a otra prisión durante la madrugada del domingo, según lo informado por el SNAI a través de una fotografía compartida.