Esta historia se basa en hechos reales y relata la vida de un joven que, en la década de 1990, llegó a una zona y, en menos de un año, terminó siendo trasladado a un hospital en ambulancia, sin que se supiera más de él. Esta historia inspiró una película que aborda temas como la drogadicción y la desesperación. Cristhian Carrera Ayala, de 40 años, es el autor de la historia y también interpreta al ‘dealer’ en el filme. Aunque admite que no es un gran actor, se considera adecuado para el papel debido a su experiencia personal en ese mundo del que logró escapar.
En la película, Carrera interpreta a Plo Plo, un personaje que introduce a Mateo, un joven, en el mundo de las drogas. Mateo se hunde tanto en la adicción que termina perdiendo todo, vendiendo sus pertenencias para poder comprar más droga. Carrera, conocido como Urbano, recuerda que la historia que inspiró la película ocurrió entre 1998 y 1999, un período en el que él mismo estuvo perdido en las drogas. En medio de su adicción, solía pedirle a Dios “centavitos de felicidad”, una frase que se convirtió en el título de su obra, escrita en 2007, llevada al teatro en 2017 y ahora convertida en película.
El proceso de grabación no ha estado exento de dificultades, especialmente por el hecho de que se filmó en la calle, lo que presentó varios desafíos. Sin embargo, el amor por el arte y el compromiso con la historia han sido más fuertes. Jesús Aguilar, de 26 años, quien interpreta a Mateo, explicó que tuvo que hablar con consumidores de drogas para entender mejor su papel, lo que fue un proceso desafiante pero enriquecedor. A pesar de un presupuesto limitado de unos 6 mil dólares, la producción ha seguido adelante, impulsada por la pasión de todos los involucrados.
Foto cortesía