En una nueva alerta política previa al proceso electoral ecuatoriano, Omar Maluk, figura de la oposición, advierte sobre un supuesto plan para socavar el control electoral de los delegados de la Revolución Ciudadana, específicamente en la provincia de Manabí. A través de un mensaje publicado en redes sociales, Maluk afirma que las autoridades se preparan para interrumpir el proceso de recuento de votos mediante allanamientos policiales y fiscales el día de las elecciones. El objetivo, afirma, es desactivar los mecanismos de supervisión electoral del movimiento Revolución Ciudadana.
Según Maluk, esta estrategia busca bloquear la supervisión electoral de la candidata presidencial Luisa González en una de sus regiones más fuertes. Manabí ha mostrado consistentemente un alto nivel de apoyo a González y su partido en las encuestas, lo que la convierte en un campo de batalla importante. La presunta intervención podría impedir que su campaña verifique la transparencia del recuento de votos, lo que genera alarma sobre la imparcialidad del proceso electoral en una de las provincias con mayor actividad política de Ecuador.
Aliados políticos y comentaristas han hecho eco de las preocupaciones de Maluk, calificando el supuesto plan como un ataque directo a la democracia y al derecho del pueblo a unas elecciones libres y justas. Señalan que la intervención de instituciones estatales como la policía y la Fiscalía en el proceso electoral sienta un precedente peligroso. Existe un creciente temor de que esto pueda marcar el inicio de un esfuerzo más amplio para manipular los resultados y desacreditar la voluntad popular expresada en las urnas.
Observadores y expertos legales subrayan que cualquier intento de limitar la observación o supervisión electoral viola los estándares nacionales e internacionales de integridad democrática. El control electoral es un pilar fundamental de la transparencia, especialmente en un contexto políticamente polarizado como el de Ecuador. De confirmarse, estas acciones podrían tener graves consecuencias para la legitimidad de los resultados electorales y profundizar aún más la crisis política del país.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, se intensifican los llamados a la vigilancia y al monitoreo internacional. La advertencia de Maluk aviva las tensiones existentes y aumenta la presión sobre las autoridades electorales para garantizar un proceso transparente y sin interferencias. Con Manabí en el centro de atención, todas las miradas están ahora en los acontecimientos en RC5, mientras Ecuador enfrenta una prueba crítica de su compromiso democrático.