La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, expresó su escepticismo sobre las afirmaciones de las autoridades ecuatorianas de que asesinos mexicanos estaban planeando asesinatos contra el presidente Daniel Noboa y su gabinete. En conferencia de prensa, Sheinbaum afirmó que hasta el momento no hay evidencia de tal amenaza. Subrayó que la advertencia de las Fuerzas Armadas ecuatorianas seguía siendo vaga y no aportaba pruebas de dónde provenía la información ni en qué inteligencia se basaba.
Sheinbaum criticó especialmente la redacción de la advertencia del 17 de abril, que se refería a “enviados de México”. Sheinbaum señaló que esto de ninguna manera significa que el gobierno mexicano esté detrás de los presuntos planes de asesinato. Según ella, la cancillería mexicana ya había emitido el sábado un comunicado oficial en el que rechazaba firmemente cualquier implicación en actividades criminales en Ecuador.
En su comunicado, Sheinbaum también denunció la difusión de narrativas sin fundamento en comunicaciones oficiales. Condenó la reiterada presentación de México como supuesto origen de los intentos de desestabilizar a Ecuador y calificó esto de irresponsable. México no está preparado para aceptar tales acusaciones sin pruebas sólidas.
Este intercambio diplomático exacerbó aún más las tensiones entre los dos países. Las relaciones ya se habían roto por completo en abril de 2024 tras la violenta detención del exvicepresidente Jorge Glas en las instalaciones de la embajada de México en Quito. Desde entonces, existe una era de hielo entre los gobiernos de Sheinbaum y Noboa, y los acontecimientos recientes hacen que la normalización parezca una perspectiva lejana.
La advertencia de las Fuerzas Armadas también causó polémica en la política interna ecuatoriana. Luisa González, candidata presidencial derrotada y aliada política de Sheinbaum, acusó el domingo al gobierno de Noboa de intentar distraer la atención de los problemas políticos internos utilizando supuestos escenarios de amenaza. El presidente Noboa, reelegido el 13 de abril, enfrenta desde entonces crecientes dudas sobre la legitimidad de su reelección y crecientes críticas internacionales.
