El expresidente ecuatoriano, Osvaldo Hurtado, expresa vehementemente su oposición a la propuesta del actual mandatario Daniel Noboa de convocar a una Asamblea Constituyente. Hurtado sostiene que esta iniciativa representa una amenaza a la estabilidad institucional y al Estado de derecho en el país, sugiriendo que Noboa busca concentrar el poder y burlar las normas constitucionales vigentes. Advierte que tales medidas podrían agravar el caos jurídico que, según él, ya se ha instalado durante el actual Gobierno.
La propuesta de Noboa de reformar profundamente la Constitución a través de una Asamblea Constituyente fue anunciada en febrero de 2025. El presidente justifica la iniciativa alegando que la actual Carta Magna no ofrece suficiente seguridad a los ciudadanos y favorece los derechos de los delincuentes en detrimento de los ciudadanos respetuosos de la ley. Afirmaba que, de ser reelegido, buscaría devolver el poder y la tranquilidad al pueblo ecuatoriano a través de estas reformas.
Hurtado, sin embargo, ve esta propuesta como un intento de Noboa de evitar la rendición de cuentas y consolidar el poder de manera autoritaria. Ya había criticado duramente al mandatario por otras acciones, como el nombramiento de la vicepresidenta Verónica Abad como embajadora en Turquía, lo que consideró un «destierro» propio de las dictaduras del siglo XIX. Además, Hurtado condenó el nombramiento de una nueva vicepresidenta por decreto, sin una justificación clara, y la falta de permiso de Noboa para participar en la campaña electoral, calificando estas acciones como abusos de poder.
El expresidente advierte que tales medidas podrían llevar a Noboa a enfrentar procesos judiciales en la Asamblea Nacional e investigaciones de la Contraloría por posibles actos de peculado. También expresa preocupación por el impacto negativo de estas acciones en la confianza de los inversores extranjeros y en la economía del país. Hurtado insiste en que Noboa debe restablecer el orden constitucional y respetar las instituciones democráticas.
La propuesta de Noboa de una Asamblea Constituyente se da en un contexto de creciente tensión política e institucional en Ecuador. Mientras el presidente argumenta que se necesitan reformas profundas para enfrentar la inseguridad y la delincuencia, opositores como Hurtado ven la iniciativa como una amenaza a la democracia y al equilibrio de poder. El debate sobre la convocatoria de una nueva Asamblea Constituyente promete intensificarse en los próximos meses, especialmente con la proximidad de las elecciones y el aumento de la presión interna y externa sobre el gobierno.