Karina Canellakis ha hecho historia, como la primera mujer en dirigir la Primera Noche de los Proms de la BBC.
El músico estadounidense dirigió la Orquesta Sinfónica de la BBC y el Coro y los Cantantes de la BBC en un programa conmovedor y dramático que culminó en la misa glagolítica de Leos Janáček.
La actuación histórica se produjo dos años después del debut como director de Cannellakis en los Proms.
“Me siento honrada, y estoy muy sudada”, dijo después de abandonar el escenario.
La neoyorquina de 38 años comenzó su carrera como violinista después de graduarse de la Escuela Julliard.
Las semillas de su carrera como directora se sembraron en los BBC Proms en 2008, mientras interpretaba la 6ª Sinfonía emocional de Mahler como parte de la Orquesta Sinfónica de Chicago.
“Estaba tocando el segundo violín y jugué mi corazón”, le dijo a la BBC Radio 3, “y recuerdo que simplemente miré hacia arriba y pensé que nunca había visto el techo tan lejos”.
Pero fue el director de orquesta británico Sir Simon Rattle quien finalmente la convenció de cambiar el violín por el bastón.
“Me dijo: ‘Puede que no veas a muchas personas que se parecen a ti allí arriba, pero realmente creo que podrías hacer esto'” , dijo a la página web de bachtrack a principios de este año .
“Eso fue lo que cambió mi patrón de pensamiento y me dio un pequeño empujón para … hacer música sin el instrumento en mi mano, lo que al principio fue bastante aterrador”.
En la evidencia del viernes por la noche, ella ha crecido hábilmente en el papel.
Su noche de apertura comenzó con un nuevo y complejo trabajo en capas del compositor canadiense Zosha Di Castri.
Largo es el viaje. Corto es el recuerdo. Se encargó la conmemoración del 50 aniversario del aterrizaje de la Luna en el Apolo 11, y se exploró todo, desde la oscura exploración del espacio hasta los primeros pasos sin peso del hombre sobre la superficie lunar.
Di Castri logró transmitir la extraña soledad de ese primer paseo lunar en una sección donde la orquesta frotaba bolsas de papel, soplaba aire comprimido en botellas de leche y raspaba las teclas de afinación a través de las cuerdas de la arpa, mientras que un oboe solitario representaba la maravilla asombrada de los astronautas Buzz Aldrin y Neil Armstrong.
Mientras tanto, el coro cantó un texto evocador del autor chino-británico Xiaolu Guo: ” Salimos y rebotamos, saltamos, abrimos, colocamos la bandera en la silenciosa superficie lunar “.
La investigación de la pieza dejó una gran impresión en el compositor, quien nunca antes había considerado el esfuerzo humano monumental detrás de los aterrizajes de la Luna.
“Para ser honesto, fue algo que tomé como un hecho: que hemos estado en la Luna” , dijo . “Esto trajo de vuelta la sensación de asombro”.
La primera mitad concluyó con una interpretación amorosa de The Golden Spinning Wheel de Dvořák, recibiendo su primera actuación en los Proms.
La segunda parte fue dedicada a la misa glagolítica elemental de Janáček, una de las obras corales más importantes del siglo XX.
Una configuración de un texto litúrgico del siglo IX, es esencialmente el himno del compositor ateo a la naturaleza.
“Siempre el olor del bosque húmedo, ese fue el incienso”, dijo el músico checo. “Sentí que una catedral crecía ante mí en la vasta extensión de las colinas y la bóveda del cielo”.
“Es tanto un ritual pagano como una misa”, reconoció Canellakis antes del concierto, “y cambia drásticamente de una sección a otra”.
Bajo su supervisión, la Orquesta Sinfónica de la BBC navegó de manera experta los cambiantes tonos celestes y de confrontación, mientras que el organista Peter Holder recibió merecidamente una ovación después de desenredar el solo laberíntico.
Los solistas, entre ellos el tenor Ladislav Elgr y la mezzosoprano Jennifer Johnston, eran nítidos y claros, a pesar de que no estaban claros cómo debía sonar el texto.
“Glagolitic fue el precedente del alfabeto cirílico [y] el resultado es que realmente no sabemos cómo se debe pronunciar”, explicó a la BBC Radio 3.
“Es nuestra mejor estimación, junto con los académicos que nos han brindado orientación”.
La pieza también destacó un tema de la temporada 2019 Proms, que marca el 150 aniversario del nacimiento de Sir Henry Wood. El director y fundador de Proms presidió el estreno de la Misa glagolítica en el Queen’s Hall en 1930.
Los Proms de hoy en día, por supuesto, se basan en el Royal Albert Hall, donde más de 1,000 de los asistentes al concierto del viernes fueron “Prommers”, que habían hecho cola todo el día bajo la lluvia para comprar “en el día” las entradas por solo £ 6.
Para Canellakis, son los asistentes al concierto los que le dan al festival su sabor único.
“Me encanta el entusiasmo de la audiencia aquí”, dijo. “No es un niño de ocho años cuya abuela lo arrastra a la ópera y se queda dormido en la fila de atrás.
“Estas personas han esperado durante horas para obtener boletos y muchos de ellos están de pie a través de toda la actuación, y eso se siente como un actor”.
El conductor, que ha tocado en los Proms todos los años desde que tomó el relevo, tiene la garantía de regresar, y podría seguir los pasos de Marin Alsop, quien en 2013 se convirtió en la primera mujer en dirigir la icónica noche de clausura del festival.
La temporada 2019 continúa hasta el 14 de septiembre, con destacados que incluyen un baile de ciencia ficción, el estreno de un nuevo trabajo de Johnny Greenwood de Radiohead, y las actuaciones del violonchelista Sheku Kanneh-Mason y “La reina de la música africana”, Angelique Kidjo.
FUENTE: BBC