En la tercera jornada del juicio por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, la Fiscalía presentó los testimonios de varios implicados, incluyendo dos policías, dos peritos y una víctima colateral, esta sesión reveló detalles cruciales sobre lo ocurrido el día del asesinato.
El capitán Cristian Cevallos, jefe de seguridad de Villavicencio, explicó que el 9 de agosto de 2023, día del ataque, comenzó como cualquier otro, aseguró que no recibió ninguna advertencia de riesgos por parte de otras unidades policiales. Cevallos también mencionó que sus repetidas solicitudes de logística, inteligencia, vehículos, armamentos y protección no fueron atendidas por sus superiores en la Dirección Nacional de Protección y la Dirección General de Inteligencia de la Policía Nacional. Tras el ataque, Cevallos y el conductor del vehículo policial llevaron a Villavicencio al hospital, donde se confirmó su fallecimiento. Cevallos formaba parte del círculo de seguridad que escoltó al candidato al salir del mitin.
El cabo Luis Cañizares, otro testigo, era el conductor de la camioneta atacada, relató que, al abrir la puerta del vehículo para que Villavicencio subiera, escuchó disparos que atravesaron su ventana, en medio del caos, vio a un atacante armado y, tras lograr salir de la camioneta, usó su arma para enfrentarlo. Cañizares y otros oficiales lograron detener al agresor. Luego, recibió la orden de conducir el vehículo para llevar a Villavicencio al hospital, ayudando a trasladarlo en una camilla, se comunicó con un jefe del GIR para informar sobre el ataque y solicitar refuerzos. Dos peritos médicos forenses también testificaron, confirmando las heridas sufridas por dos personas durante el ataque a Villavicencio, sus reconocimientos y exámenes se realizaron en los días posteriores al incidente.
Patricia Barragán, una mujer de 55 años, dio su testimonio de manera telemática, ella recibió un disparo cerca del corazón durante el ataque. Barragán recordó que intentaba hablar con Villavicencio esa tarde, pero no pudo debido a la multitud. Inicialmente, pensó que los disparos eran fuegos artificiales, pero pronto se dio cuenta de la gravedad de la situación, resultó herida y recibió los primeros auxilios en el lugar antes de ser llevada a un hospital. Barragán mencionó que tuvo que viajar a Estados Unidos para tratarse las heridas y por seguridad, además, ha afrontado los gastos médicos de alrededor de $10,000 y terapia psicológica de más de $600. Reside en Miami y expresó que fue un honor apoyar a Villavicencio.
Los testimonios presentados en esta jornada del juicio proporcionaron una visión detallada de los eventos y la falta de advertencias previas al ataque contra Fernando Villavicencio, las declaraciones de los testigos subrayan la gravedad del incidente y las consecuencias que tuvieron que enfrentar tanto los involucrados directamente como las víctimas colaterales.