El jueves 23 de agosto, durante la audiencia de apelación del habeas corpus con el que Jorge Glas busca salir de prisión, él reveló que intentó suicidarse en abril pasado. Con esta apelación, Glas pretende obtener arresto domiciliario y salir de la cárcel La Roca, donde se encuentra desde su captura en la Embajada de México en Quito.
Glas aseguró que el 8 de abril ingirió 60 pastillas en un intento de suicidio, lo que llevó a las autoridades a trasladarlo a dos hospitales de Guayaquil para estabilizar su estado de salud. «No sé cómo lograron revivirme después de tomarme 60 pastillas, lo cual me frustra mucho porque insisto: debería estar muerto», comentó.
Criticó que el 90 % de las atenciones médicas proporcionadas por el Ministerio de Salud Pública son superficiales. «Un médico viene, toma mis signos vitales y se va», dijo. Añadió que en la cárcel La Roca no hay médicos permanentes y que su único médico es del Hospital Monte Sinaí. Glas acusó al gobierno de tener una orden política para mantenerlo encerrado y «matándolo poco a poco con tantas pastillas, o cuando decida acabar con mi vida de manera definitiva», relató.
Jorge Glas y su defensa argumentan que sus derechos humanos no están siendo respetados en cuanto a la atención médica necesaria para su enfermedad catastrófica, y piden medidas sustitutivas.
En la audiencia también estuvieron presentes representantes del Ministerio de Salud Pública, el SNAI, la Procuraduría General del Estado, y amicus curiae en apoyo a Glas.
El Tribunal de Apelación, compuesto por los jueces de la Sala Especializada de lo Laboral Jorge Alejandro Lindao, Nancy Ivett Vera y Carlos Miguel Pinto, concluyó la audiencia. La resolución podría ser emitida hoy o en los próximos días.