Presión, eso es lo que están haciendo los transportistas de buses urbanos en Guayaquil para que se baje el precio del combustible y que se suba el precio del pasaje.
Bajo el justificativo de que no tienen dinero para el mantenimiento, desde este martes 9 de noviembre en la ciudad solo circulan un 50 % de las unidades.
«Necesitamos ayuda, por la crisis económica, el incremento del precio del combustible y el aforo reducido por la pandemia no tengo el dinero para pagar las letras de mi bus y el banco me lo embargó el mes pasado», dijo José Durango, jefe de grupo de la cooperativa Simón Bolívar, en la línea 137.
Agregó que esto no es un paro, sino que están trabajando solo los carros que lograron tener para el diésel.
Los transportistas también dijeron que hoy se van a agrupar en plantones en diferentes lugares de la ciudad, entre estos cerca de Puerto Marítimo, cerca del estadio Banco Pichincha y en los exteriores de parque Samanes. En el Puerto Marítimo han formado tres columnas de buses de un kilómetro de largo. En el lugar ya hay presencia de policías.
Los pasajeros se quejan de que están esperando más de 30 minutos una unidad y que los taxis han subido el costo de la carrera. «Tengo más de 30 minutos esperando el bus, voy del sur al norte y un taxi que normalmente debe cobrar $ 5 me quiere cobrar $ 10», se quejó Pedro Macias, mecánico que trata de llegar a su lugar de trabajo.
La medida que ha tomado el gremio de los transportistas no es nueva. En mayo de este mismo año hicieron algo similar, pero trabajando menos horas.
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