Este bloque político sostiene que no se da por definitivo y que aún albergan la esperanza de que el presidente electo Daniel Noboa regrese para formalizar acuerdos.
Tres asambleístas del movimiento Construye, Patricio Carrillo, Camilo Salinas y Ana Galarza, están advirtiendo al presidente electo, Daniel Noboa (ADN), sobre las graves implicaciones políticas que conllevaría no solo para su Gobierno, sino también para el Estado, el hecho de entablar acuerdos con el correísmo en la Asamblea Nacional. Ellos temen que en menos de un año, el costo de este pacto sea la extorsión a cambio de impunidad.
En la última semana, se ha discutido entre los diferentes sectores políticos la posibilidad de un acuerdo político en la Asamblea Nacional entre el correísmo representado por el movimiento Revolución Ciudadana (RC), el Partido Social Cristiano (PSC), y la alianza de Gobierno Acción Democrática Nacional (ADN). Esto apuntaría a tomar el control de la mesa directiva de la Asamblea Nacional que se establecerá el 20 de noviembre próximo, lo que a su vez implicaría que el movimiento Construye quede excluido de estos acuerdos.
Patricio Carrillo, quien lidera a los 26 asambleístas de Construye, señaló que avanzar en una negociación política con el correísmo sería como abrir la puerta para la búsqueda de poder con el fin de obtener impunidad. Esto implica que en el futuro, la Revolución Ciudadana podría reclamar al Estado ecuatoriano una compensación argumentando que fueron víctimas de persecución política, y no se descarta la posibilidad de que también exijan disculpas públicas.
Advirtió que los correístas buscan sembrar discordia en el país. “Al final, (resulta que) todos nos confabulamos: el Legislativo creando leyes para perseguirlos, el Ejecutivo con su estructura (para) presentar evidencias ante la justicia, y que la justicia con la Fiscalía maliciosamente los sentenció”, dijo.
Al lograr un espacio de poder, los correístas lo que harán es presionar la posibilidad de una amnistía desde la Asamblea Nacional para algunos que gobernaron el país; y por otro lado, buscarán que en la selección de jueces se logre poner a gente que los represente y luego “tumben todos los casos que los involucren; y, finalmente, el Estado terminará pidiéndoles perdón”.
Sin embargo, Carrillo comentó que habrá momentos en que toda la Asamblea Nacional vote por temas transversales, como seguridad; pero, de ahí, pactar con RC es dar paso a una agenda de la impunidad, pues “al ejercer poder los correístas secuestrarán y extorsionarán al Estado”.
Sus coidearios Camilo Salinas, representante de Los Ríos, y Ana Galarza, asambleísta de Tungurahua, reiteraron que la línea roja de Construye siempre será de no llegar a acuerdos políticos con la bancada del correísmo; que quienes vengan en esa línea no tendrán una respuesta positiva de la bancada.
Salinas aclaró que no hay nada oficial de un posible preacuerdo entre el correísmo, el socialcristianismo y el Gobierno. “No hemos tenido información por parte de las bancadas del PSC y ADN; pero, si es así, nosotros nos quedaremos con nuestros 26 asambleístas haciendo propuestas legislativas positivas para el país, y en las comisiones daremos nuestro aporte, pero no vamos a llegar jamás a un acuerdo político con el correísmo”, explicó.
El representante de Construye reveló que individualmente han conversado con algunos asambleístas de ADN y del PSC que tampoco están de acuerdo con esa posibilidad de que haya una alianza política entre las tres bancadas (PSC-RC-ADN).
De parte del movimiento Construye sería antiético mantener una bandera de lucha anticorrupción con el trabajo desarrollado por el excandidato presidencial Fernando Villavicencio y luego pasar “a un acuerdo político con los correístas basado en la impunidad, sabiendo que ellos tienen su propia agenda, como es sacar a la fiscal general del Estado, tomarse nuevamente al Consejo de Participación Ciudadana y poner a los nuevos vocales del Consejo Nacional Electoral”.
Salinas hizo un llamado al presidente electo, Daniel Noboa, que ganó las elecciones con el respaldo de los ecuatorianos que rechazan los acuerdos de impunidad, y le advirtió que, si da paso a este tipo de pactos, se estaría yendo contra su propio discurso del fortalecimiento de las instituciones judiciales y de las unidades policiales para eliminar las mafias.
Además recordó que Noboa, en la segunda vuelta, señaló al país que nunca estará de acuerdo con los grupos políticos que están buscando impunidad tanto individual como colectiva.
El legislador de Construye dijo que aún no se han reunido con el primer mandatario electo, pero sí han mantenido reuniones individuales con diferentes asambleístas de ADN, en las que la coordinadora de bancada, Valentina Centeno, ha señalado que están esperando el retorno del presidente electo al país para que pueda dar las líneas para los acuerdos legislativos.
Además, manifestó que han conversado con el socialcristiano Henry Kronfle y han dejado clara la posición de Construye: “Nuestro apoyo es a él, pero sin tener acuerdos con Revolución Ciudadana, porque nos iríamos en contra de nuestras convicciones y la lucha contra la impunidad”.
Ana Galarza ratificó que nunca habrá acuerdos con RC basados en la impunidad, que pretenden disfrazarla con gobernabilidad: “Nosotros jamás seríamos partícipes de un pacto que lo que busca es la impunidad de todos los actos de corrupción que le hicieron mucho daño al país”.
El presidente Noboa, en segunda vuelta, ganó en parte por un capital político propio, pero también por un gran porcentaje de ecuatorianos que rechazaba la opción correísta, anotó.
“Si el presidente Noboa hace una alianza con el correísmo, probablemente, en muchos lugares del país no volverá a tener la misma aceptación electoral que tuvo en segunda vuelta”, afirmó Galarza, y puso como ejemplo la provincia de Tungurahua, a la que ella representa, donde dijo que el 75 % del elector es anticorreísta. “Y si en el 2025 Noboa se vuelve a postular, no tendrá el mismo respaldo si pacta con la Revolución Ciudadana”, puntualizó.