Los ríos Tomebamba y Machángara, en Cuenca, han logrado superar una prolongada sequía hidrológica de 160 días, gracias a las lluvias recientes que han permitido recuperar sus niveles normales de caudal. Según reportó Etapa EP, empresa pública a cargo del suministro de agua potable, el Tomebamba ahora registra un caudal de 3,87 metros cúbicos por segundo (m³/s), mientras que el Machángara alcanza los 3,16 m³/s. Estos niveles son suficientes para abastecer al 90% de los usuarios del sistema de agua potable de la ciudad, lo que representa un alivio para la población y las autoridades locales.
A pesar de estos avances, otros ríos de la región, como el Yanuncay y el Tarqui, continúan con niveles inferiores a los requeridos para garantizar un abastecimiento estable. El caudal actual del Yanuncay es de 1,60 m³/s y el del Tarqui, 1,12 m³/s, cifras que se encuentran por debajo de los valores normales. Ante esta situación, Etapa EP ha señalado que mantendrá un monitoreo constante de estas cuencas y se tomarán medidas preventivas en caso de que la situación persista o empeore.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha emitido un pronóstico alentador para los próximos días. Según sus informes, se esperan lluvias moderadas a fuertes hasta fin de año, lo que podría favorecer la recuperación de los niveles de agua en los ríos aún afectados. Sin embargo, se advierte que la normalización total de estas cuencas dependerá de la continuidad de las precipitaciones y de un manejo adecuado de los recursos hídricos por parte de las autoridades y la ciudadanía.
Esta sequía, considerada una de las más prolongadas en la región, ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas hídricos frente a los cambios climáticos y la necesidad de implementar medidas de gestión sostenible del agua. Las autoridades locales han hecho un llamado a la población para que utilice el recurso de manera responsable, evitando desperdicios y adoptando prácticas de ahorro, especialmente en momentos de alta demanda como la temporada de fin de año.
Finalmente, Etapa EP ha resaltado la importancia de continuar con proyectos de reforestación y conservación de las fuentes de agua para garantizar la disponibilidad del recurso a largo plazo. Además, se trabaja en planes de contingencia para enfrentar posibles periodos de sequía en el futuro, con el objetivo de asegurar el suministro para la ciudad y las comunidades cercanas, incluso en escenarios adversos.
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